DIA MUNDIAL DE LA SALUD 2018
Los esfuerzos de la OMS por garantizar la buena salud y la asistencia sanitaria para todos precisan urgentemente que se intensifique la acción mundial y nacional contra las enfermedades no transmisibles (ENT) y los factores que ponen a tantas personas de todo el mundo en riesgo de padecer tales enfermedades y de morir a causa ellas. Por acción entendemos medidas coordinadas que estén dirigidas por las más altas instancias gubernamentales y que integren las preocupaciones relativas a la salud en todos los procesos de formulación de políticas, desde aquellas relacionadas con el comercio y las finanzas hasta las relacionadas con la educación, el medio ambiente y la planificación urbana.
La acción tiene que exceder el ámbito gubernamental e involucrar a la sociedad civil, el ámbito académico, el mundo empresarial y otras partes interesadas para promover la salud.
Sin embargo, los gobiernos tienen que tomar la iniciativa. Los gobiernos están al mando a la hora de motivar y obligar al sector privado a dar prioridad a las opciones saludables y no a las rentables, especialmente a aquellas industrias (por ejemplo, fabricantes, minoristas y comercializadores de tabaco, alcohol, bebidas azucaradas o alimentos que contienen grasas trans y altos niveles de sodio) que fabrican los productos que ponen en peligro la salud. Sin embargo, ¿cómo se puede llevar a cabo dicha acción cuando la escala de la epidemia de ENT es tan grande —estas enfermedades provocan la muerte prematura de 15 millones de personas de entre 30 y 69 años cada año, de las que 7 millones viven en países de ingresos bajos e ingresos medianos bajos— y cuando los intereses de las potentes multinacionales económicas son tan fuertes?
La respuesta es prevenir la exposición a los factores de riesgo de las ENT, como la exposición al humo del tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la inactividad física, las dietas malsanas y la contaminación del aire, y proporcionar una cobertura sanitaria universal para que todas las personas puedan acceder a los servicios sanitarios preventivos y curativos que necesitan sin verse sumidas en la pobreza.
La OMS ha elaborado una lista de medidas probadas, contrastadas y asequibles para mejorar la prevención, la detección temprana, el tratamiento y la atención de las ENT. Entre ellas cabe resaltar la priorización de los medicamentos esenciales y la prestación de asesoramiento y atención a las personas que padecen una ENT, independientemente de su origen o del dinero que tengan. La OMS también ha formulado recomendaciones acerca de la aplicación de leyes destinadas primeramente a impedir que las personas desarrollen ENT.
Esta acción consiste en regular la cantidad de sal y azúcar en los alimentos procesados y las bebidas, los cuales avivan las epidemias de enfermedades cardiovasculares y de diabetes y son generalmente más baratos que las opciones más saludables. Dicha reglamentación incluye la prohibición de publicitar, patrocinar y promover el tabaco y de fumar en todos los lugares públicos y de trabajo cerrados. El gravamen del tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas no solo frena el consumo de productos no saludables, sino que también puede generar ingresos para la prevención y el tratamiento de las enfermedades.
En la 70.ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en mayo de 2017, los gobiernos aprobaron el conjunto actualizado de «medidas ventajosas» y otras intervenciones recomendadas para la prevención y el control de las ENT, cuya aplicación puede ayudar a los países a alcanzar la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, consistente en reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT para 2030 (1).
Mediante la aplicación de estas medidas, los gobiernos protegerán la salud, harán que las poblaciones sean más fuertes y productivas, reducirán los costos sanitarios y, cuando apliquen impuestos sobre el tabaco, las bebidas azucaradas y el alcohol, generarán ingresos que se podrán reinvertir en la cobertura sanitaria universal.
«Es esencial modificar el paradigma de las ENT. Ya no se podrá considerar que la lucha contra las ENT y a favor de la salud en general consiste únicamente en llenar los hospitales de medicamentos y capacitar a profesionales sanitarios».
Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS
Dr. Tabaré Ramón Vázquez, Presidente del Uruguay
Estas medidas y otras más, así como las intervenciones necesarias para poner en práctica las políticas, son esenciales para la Conferencia Mundial de la OMS sobre las ENT que la OMS y la Presidencia del Uruguay están organizando conjuntamente y que se celebrará en Montevideo (Uruguay) del 18 al 20 de octubre de 2017. Esta conferencia es importante por muchas razones. Su énfasis en la mejora de la coherencia de las políticas para prevenir y controlar las ENT es fundamental. La conferencia también permitirá hacer balance de los progresos realizados a nivel nacional de cara a la próxima reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre las ENT en 2018.
Se han realizado avances. En todo el mundo, la probabilidad de morir prematuramente por cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes o un accidente cerebrovascular se redujo en un 17% entre 2000 y 2015. Sin embargo, el mundo sigue estando lejos de cumplir las metas mundiales consistentes en reducir las muertes prematuras por ENT en un 25% para 2025 y en un tercio para 2030.
Es esencial modificar el paradigma de las ENT. Ya no se podrá considerar que la lucha contra las ENT y a favor de la salud en general consiste únicamente en llenar los hospitales de medicamentos y capacitar a profesionales sanitarios. La política fiscal está dirigida por los ministerios de finanzas. Los acuerdos comerciales estimulan la exportación e importación de alimentos y bebidas poco saludables. Los departamentos de medio ambiente tienen la responsabilidad de limpiar el aire que respiramos. Nuestros hijos obtienen sus conocimientos —entre otras cosas sobre lo que hay que hacer para estar sanos— en las escuelas.
Ya no podemos decir que las ENT son un problema únicamente para los países de altos ingresos, que es demasiado difícil reglamentar la actividad empresarial y que corresponde a las personas realizar elecciones saludables. En lugar de ello, debemos esperar que los gobiernos conviertan la opción saludable en la norma para los ciudadanos y ayudarlos en esa tarea. Esperamos con interés reunirnos con los dirigentes gubernamentales en el Uruguay para debatir sobre el modo de lograrlo.