EXÁMENES BÁSICOS DE SANGRE QUE DEBERÍAN REALIZARSE ANUALMENTE.

El verdadero propósito de los análisis de sangre es obtener un panorama general del estado fisiológico de la persona, con el fin de ayudar en la detección de alguna patología y suelen incluirse en los chequeos médicos de rutina. 

  • Diagnostican ciertas afecciones y enfermedades.
  • Sirven para vigilar una afección o enfermedad crónica. 
  • Permiten identificar si el tratamiento de una enfermedad está siendo efectivo.
  • Permiten evaluar el funcionamiento de diferentes órganos del cuerpo, como el hígado, los riñones, el corazón o la tiroides. 
  • Diagnostican problemas en el sistema inmunitario. 

Para lo anterior, es recomendable realizarse por lo menos cada año exámenes de sangre para llevar un control sobre el estado de salud. 

Los exámenes básicos que por lo general se recomiendan son: 


1. Conteo sanguíneo completo. 

  • Permite un análisis completo de componentes y características sanguíneas tales como: 
  • Glóbulos rojos: Encargados de llevar oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.
  • Glóbulos blancos: Encargados de combatir infecciones.
  • Plaquetas: las cuales detienen el sangrado y ayudan a que la sangre se coagule.
  • Hemoglobina: Proteína de los glóbulos rojos que lleva oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.
  • Hematocrito: Una medida del volumen total de glóbulos rojos en la sangre.
  • Volumen corpuscular medio (VCM), una medida del tamaño promedio de sus glóbulos rojos.

Este tipo de exámenes sirve para ayudar a detectar una variedad de enfermedades incluyendo infecciones, anemia, trastornos del sistema inmunitario y cánceres de la sangre.


2. Panel metabólico completo (PMC)

Es una prueba que mide 14 sustancias diferentes en la sangre, entregando información sobre el equilibrio químico y el metabolismo del cuerpo. Incluye: 

Glucosa: Tipo de azúcar y la principal fuente de energía del cuerpo.

Calcio: Es esencial para el buen funcionamiento de los nervios, los músculos y el corazón.

Sodio, potasio, dióxido de carbono y cloruro: Estos son electrolitos, minerales con carga eléctrica que ayudan a controlar la cantidad de líquidos y el equilibrio ácido-base en el cuerpo.

Albúmina: Proteína producida en el hígado.

Proteína total: Mide la cantidad total de proteína en la sangre.

ALP (fosfatasa alcalina), ALT (alanina transaminasa), y AST (aspartato aminotransferasa): Estas son enzimas producidas por el hígado.

Bilirrubina: Producto de desecho del hígado.

BUN (nitrógeno ureico en sangre) y creatinina: Productos de desecho extraídos de la sangre por los riñones.


3. Prueba de enzimas sanguíneas:

Miden los niveles de enzimas y proteínas que están vinculadas con lesión del músculo cardíaco. La prueba detecta las proteínas troponina I (TnI) y troponina T (TnT). La prueba también puede detectar una enzima llamada creatina cinasa. Normalmente, se detectan niveles bajos de estas proteínas y enzimas en la sangre, pero si se lesiona el músculo cardíaco, como debido a un ataque cardíaco, las proteínas y enzimas se filtran de las células del músculo cardíaco dañadas y sus niveles en el torrente sanguíneo aumentan.


4. Análisis de sangre para detección de enfermedades cardiacas:

Incluyen pruebas de colesterol y de triglicéridos, midiendo los niveles de grasas en la sangre. 


5. Pruebas de coagulación de sangre:

También conocidas como panel de coagulación. Pueden mostrar si usted tiene un trastorno que causa demasiado sangrado o demasiada coagulación. 


Después de los análisis, ¿qué se debe hacer?

Luego de tener los resultados de laboratorio, se debe ir al médico para que los evalúe en relación con las condiciones individuales de cada paciente, ya que su utilidad no solo radica en su apoyo diagnóstico, sino también en el seguimiento de patologías y de terapias.

Estos resultados son evaluados en conjunto con los hallazgos exploratorios y con la entrevista realizada, además de otros exámenes, ya sea de orina o de imágenes. A esto hay que sumarle el contexto en el que se haya realizado la consulta, ya que no es lo mismo si es por mero chequeo o ante la sospecha de alguna patología particular. Este dato puede hacer una notable diferencia en la salud y en la longevidad de los pacientes que se chequean con cierta periodicidad.

En caso de no detectarse relación entre resultados alterados de exámenes y la clínica del paciente, se puede repetir el análisis para verificar el valor obtenido.

Con base en alguna alteración o anomalía que se pudiera detectar, el médico deberá profundizar sobre las sospechas diagnósticas como parte de un plan integral de prevención y de cuidado.

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Referencias: https://medlineplus.gov/



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